Por Lourdes Jachero, nueva encargada de la Sección Laboratorio de la SMA.

El laboratorio de la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) desempeña un papel importante al aportar una mayor comprensión científica respecto de la presencia y concentración de Compuestos Orgánicos Volátiles (COVs) en el entorno. Su función va más allá de un muestreo, medición o análisis, ya que su trabajo podría respaldar, posteriormente, las acciones y decisiones adoptadas por la institución en cuestiones de fiscalización.

Dentro de los desafíos que el Laboratorio de la SMA tiene en el presente período, se encuentran la ejecución del Plan de Muestreo y Análisis de Compuestos Orgánicos Volátiles, el control de los equipos de medición de componentes como el Benceno, Tolueno, Etilbenceno y Xilenos (BTEX), y de Dióxido de Azufre y Ácido sulfhídrico (SO2/H2S) desplegados en la zona de Concón, Quintero y Puchuncaví.

Esa labor requiere de una respuesta rápida y eficaz ante contingencias ambientales, consistente en la entrega de material de muestreo permanente, realización de muestreos, análisis, y apoyo técnico a las oficinas regionales, en este caso, la de Valparaíso, además de la ejecución de ensayos de aptitud para evaluar el desempeño de las Entidades Técnicas de Fiscalización Ambiental (ETFA).

Para el Laboratorio de la SMA resulta de vital importancia mantener la acreditación ISO 17043:2010 como Proveedores de Ensayos de Aptitud, otorgada por el Consejo Canadiense de Normas, un organismo acreditador reconocido, así como la futura obtención de la acreditación ISO 17025:2017 como laboratorio de ensayo.

De esta manera, el laboratorio desempeña un rol esencial al proporcionar datos científicos confiables, que respaldan la toma de decisiones y las acciones de fiscalización de la institución, garantizando que estas acciones estén fundamentadas en pruebas tangibles que contribuyan al bienestar de la sociedad y la protección del medioambiente.