• Continuando con el glosario de la edición anterior, sobre los principales conceptos que podrían ser de interés de la comunidad para entender el rol de fiscalización y sanción que tiene la Superintendencia del Medio Ambiente en el territorio de Concón, Quintero y Puchuncaví, presentamos el Glosario II sobre gases y material particulado:

Hidrocarburos Totales (HCT) e Hidrocarburos No Metánicos (HCNM): Los hidrocarburos son sustancias químicas producidas en la naturaleza, formados por carbono e hidrógeno. Estos átomos se disponen en una gran variedad de formas dando origen a varios tipos de hidrocarburos, siendo los principales el petróleo y el gas natural. Algunos hidrocarburos se encuentran en estado gaseoso, los que pasan a la atmósfera contaminando el aire. Este fenómeno también ocurre por las emisiones que se producen tras la combustión de los hidrocarburos en diversas máquinas y motores, como los de los vehículos.

Metano (CH4): El metano es un gas incoloro, inflamable, no tóxico, que se produce de forma natural por la descomposición de la materia orgánica. Los humedales, el ganado y la energía son las principales fuentes que emiten metano a la atmósfera, donde actúa como gas de efecto invernadero. El metano es además uno de los principales componentes del gas natural, se extrae fundamentalmente de yacimientos y se utiliza como combustible y con fines industriales.

Compuestos Orgánicos Volátiles (COVs): Toda sustancia química que, a excepción del Metano, contenga átomos de carbono e hidrógeno (que puedan ser sustituidos por otros átomos como halógenos, oxígeno, azufre, nitrógeno o fósforo) y que, a 20°C, tenga una presión de vapor mayor o igual a 0,01 kPa, o que tenga una volatilidad equivalente según condiciones particulares de uso, manipulación y/o almacenamiento. Se incluye en esta definición la fracción de creosota que sobrepase este valor de presión de vapor, a la temperatura indicada de 20°C.

Los COVs se pueden encontrar en más de un millar de compuestos. El Metano, si bien es el compuesto orgánico volátil más abundante en la atmósfera y se forma de manera natural en reacciones anaerobias de actividades agrícolas, ganaderas, del tratamiento de residuos, y tratamiento y distribución de combustibles fósiles, tiene su importancia como gas efecto invernadero. Desde el punto toxicológico, son COVs de interés aquellos que cumplen condiciones de volatilidad a cierta presión y temperatura, donde se encuentran el Benceno, Xileno y Tolueno, entre otros.

Monóxido de Carbono (CO): El monóxido de carbono (CO) es un gas incoloro e inodoro, que puede ser dañino cuando se inhala en grandes cantidades. El CO se libera cuando algo se quema, por ejemplo, con la combustión deficiente de combustibles fósiles como gas, gasolina, querosene, carbón, petróleo, tabaco o madera; las chimeneas, calderas, calentadores de agua o calefactores y los aparatos domésticos que queman combustible, como las estufas, cocinas y calentadores de agua (calefont), los que también pueden producirlo si no están funcionando bien.

Ozono Troposférico (O3): El ozono (O3) es un compuesto gaseoso incoloro y puede ser bueno o malo, dependiendo donde se encuentre.

El llamado ozono estratosférico, el ozono “bueno”, ocurre naturalmente en la atmósfera superior, a una distancia que ronda los 10 a 20 kilómetros de altura, formando una capa protectora que nos protege de los dañinos rayos ultravioleta del sol, y que ha sido destruido, causando lo que se ha denominado como el “agujero en la capa de ozono”.

El ozono a nivel del suelo o el ozono troposférico, es un contaminante dañino del aire, y es el ingrediente principal de lo que conocemos como “smog”. Este ozono no se emite directamente al aire, sino que se crea por reacciones químicas entre los compuestos orgánicos volátiles (COVs) y los óxidos de nitrógeno (NOx), los denominados precursores de ozono troposférico. Esto sucede cuando los contaminantes emitidos por automóviles, plantas de energía, calderas industriales, refinerías, plantas químicas y otras fuentes, reaccionan químicamente en presencia de la luz solar.

El ozono también puede transportarse a largas distancias por el viento, generando que incluso las zonas rurales experimenten altos niveles de ozono y que, en concentraciones elevadas, genere efectos en la salud humana y el medioambiente.

Plomo (Pb): Es un contaminante que se encontraba presente principalmente en los combustibles vehiculares para aumentar el octanaje. Sin embargo, está prohibido su uso en Chile desde el año 2001. Otras fuentes de emisión de Plomo son algunas pinturas arquitectónicas y de automóviles, algunos procesos de fundición, fabricación de baterías de plomo, algunas cerámicas, fabricación de tubos para agua y desagüe, y tintes para cabello. Es un contaminante de efecto acumulativo que afecta principalmente a los niños en su crecimiento normal.

Dióxido de Nitrógeno (NO2): Los óxidos de nitrógeno se producen de forma natural durante la descomposición bacteriana de nitratos orgánicos, la combustión vegetal (incendios forestales y quema de rastrojos), las tormentas eléctricas, las erupciones volcánicas, entre otros.
Por otra parte, este compuesto se emite principalmente en procesos de combustión por el tráfico vehicular, sobre todo de tipo diésel, la combustión del carbón, petróleo o gas natural, procesos tales como la soldadura al arco, galvanoplastia, grabado de metales y la detonación de dinamita. El NO2, es producido directa e indirectamente por la quema de combustibles a altas temperaturas. Además, el dióxido de nitrógeno puede combinarse con otros compuestos que, en presencia de luz solar, forma ozono. También contribuye a la lluvia ácida y al aumento de los niveles de material particulado, debido a la formación de nitratos.

Al igual de lo que ocurre con otros contaminantes, las personas con enfermedades pulmonares obstructivas crónicas y con problemas cardíacos son más sensibles a los efectos del NO2, así como menores de 6 años y mayores de 65 años.

Material Particulado (MP): Es un contaminante atmosférico y corresponde a una mezcla de diminutas partículas sólidas y gotas líquidas que se encuentran en suspensión en el aire. Algunas partículas, como el polvo, la suciedad, el hollín, o el humo, son lo suficientemente grandes y oscuras como para verlas a simple vista. Otras son tan pequeñas que sólo pueden detectarse mediante el uso de un microscopio electrónico.

El material particulado se forma por muchos procesos tales como el viento, polinización de plantas, incendios forestales, quema de combustibles sólidos como madera y carbón, quema de combustibles líquidos, fertilización, la industria de la construcción, el tráfico, entre otros, y es posible clasificarlo según su diámetro en MP10 (grueso) o MP2,5 (fino).

Material Particulado Fino (MP2,5): El MP2,5 es el material particulado fino, es decir, que sus partículas tienen un diámetro menor a 2,5 micrómetros. Se produce por emisiones directas de los procesos de combustión de combustibles fósiles, a partir de la condensación de gases, de reacciones químicas en la atmósfera a partir de gases precursores como el dióxido de azufre, óxidos de nitrógeno, compuestos orgánicos volátiles, amoníaco, y otros compuestos; y a través de procesos de nucleación y coagulación de partículas ultrafinas. Las partículas que se forman en la atmósfera constituyen lo que se conoce como aerosol secundario, o partículas secundarias. En ese contexto, las principales fuentes del MP2,5 son los automóviles, buses y camiones, tanto a diésel como a gasolina, plantas termoeléctricas, calderas, procesos industriales, hornos, fundiciones, procesos metalúrgicos, la combustión de biomasa, como la calefacción residencial a leña, las quemas agrícolas e incendios forestales, y emisiones de amonio de las operaciones agrícolas.

Material Particulado Grueso (MP10): El MP10 son partículas emitidas directamente a la atmósfera, ya sea por fuentes naturales o antropogénicas. Algunas son el resultado de procesos mecánicos tales como la erosión o abrasión de materiales, obras de construcción, molienda de minerales, caminos sin asfaltar, procesos agrícolas. La fuente natural más importante de esta fracción es el levantamiento de polvo por acción del viento. Otras fuentes naturales son la evaporación de gotas de agua de mar y las de origen biológico como el polen y fracciones de bacterias.

Dióxido de Azúfre (SO2): El SO2 es un gas no inflamable ni explosivo, invisible, irritante y con un olor penetrante. Durante su proceso de oxidación en la atmósfera, este gas forma sulfatos que forman parte del material particulado MP10. En presencia de humedad, el dióxido de azufre forma aerosoles y es precursor del material particulado secundario o fino (MP2,5). Es considerado uno de los principales responsables del fenómeno de la lluvia ácida. Al igual de lo que ocurre con otros contaminantes, las personas con enfermedades pulmonares obstructivas crónicas y con problemas cardíacos son más sensibles a los efectos del SO2, así como menores de 6 años y mayores de 65 años.

Contaminantes Criterio: Los “contaminantes criterio” son aquellos que alteran la calidad del aire y pueden generar efectos adversos sobre la salud de las personas, por lo que nuestra legislación establece un límite máximo. En Chile se han establecido mediante norma siete contaminantes, en función a su impacto en la salud humana: Dióxido de Azufre (SO2), Dióxido de Nitrógeno (NO2), Monóxido de Carbono (CO), Material Particulado Grueso (MP10), Material Particulado Fino (MP2.5), Ozono (O3) y Plomo (Pb).