Por Rodrigo Carrasco, jefe (s) Laboratorio SMA

Como parte de la estrategia institucional, el Laboratorio de la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) está llevando a cabo un programa de medición, muestreo y análisis para la determinación de Compuestos Orgánicos Volátiles (COVs), el que considera la realización de mediciones en línea, la toma de muestras de forma periódica en puntos establecidos y la toma de muestras puntuales frente a eventos que ocurran en la zona.

El programa de muestreo cuenta con 24 puntos en los que se instalan tubos de adsorción para realizar un muestreo llamado difuso, el que es realizado mediante la utilización de tubos pasivos, los que no requieren de dispositivos adicionales de bombeo para recolectar la muestra, y que consideran tiempos de muestreo en periodos de dos semanas de exposición. Estos, representan lo que se denomina una concentración promedio ponderada en el tiempo (TWA – Time Weighted Average), por cuanto no es una estrategia utilizada para monitorear y evaluar las concentraciones en situaciones de emergencia.

De estos 24 puntos, 8 corresponden a zonas residenciales, y que la institución ha denominado “campaña urbana”, cuya finalidad es identificar zonas de exposición con altas concentraciones de BTEX (benceno, tolueno, etilbenceno y xilenos) – COVs y comparación con concentraciones anuales de Benceno con valores normativos.

Los 16 puntos restantes, bajo la denominación de “campaña industrial”, busca identificar zonas de altas concentraciones de COVs asociadas a la actividad industrial e identificar posibles medidas de control en base a evidencia cuantitativa.

Todo esto permite a la SMA, contar con más de 50 muestras mensuales que ingresan al laboratorio para el análisis de BTEX y otros COVs. Este tipo de muestreo es utilizado para evaluar exposición crónica y para la identificación de zonas de altas concentraciones “hot spots”, para una gama amplia de compuestos orgánicos presentes en el aire.

Asimismo, frente a eventos de contaminación atmosférica que puedan ocurrir y dada las características de estos compuestos (se volatilizan y dispersan rápidamente en el ambiente), el laboratorio ha capacitado a los fiscalizadores de la Oficina Regional de Valparaíso en la toma de muestras de aire mediante el uso de dispositivos llamados canister (revisar nota sobre sus funciones), para tener una respuesta oportuna y obtener información relevante ante este tipo de situaciones.

El análisis de las muestras tomadas en canister o tubos de adsorción es realizado mediante la técnica analítica de desorción térmica acoplado a cromatografía de gases con detector de espectrometría de masas (TD-GCMS), basado en los métodos para gases tóxicos TO-15 y TO-17 de la EPA. Esta técnica analítica permite identificar y cuantificar los COVs presentes en la muestra, y con ello, disponer de más información respecto de los contaminantes que podrían estar afectando a la población y focalizar las estrategias de fiscalización.

Junto con lo anterior, el laboratorio ha desplegado siete equipos PyxisGC instalados en diferentes puntos estratégicos de Concón, Quintero y Puchuncaví, los que miden de manera automática y en continuo los compuestos BTEX, a los que se les realiza el control operacional por parte del laboratorio. Es importante destacar que estos equipos están bajo un control permanente de su funcionamiento para mantener su continuidad de medición y asegurar que los datos generados cumplan con la confiabilidad requerida.

En la misma lógica de la medición en línea de los equipos PyxisGC, el laboratorio implementó una estación móvil para la medición de dióxido de azufre (SO2) y ácido sulfhídrico (H2S) la que se encuentra operando en la Estación de Calidad del Aire Centro Quintero, la que también está bajo los mismos controles de calidad para asegurar la confiabilidad de sus datos.