Por Gabriel Aros Garay, Líder de Célula IoT del Departamento de Seguimiento e Información Ambiental (DSI) de la SMA.

La Superintendencia del Medio Ambiente (SMA), desde sus inicios, se ha apoyado fuertemente en la tecnología y ciencias de la información para el logro de sus objetivos estratégicos: fortalecer su capacidad fiscalizadora y su respuesta sancionatoria, además de facilitar a la ciudadanía el acceso a la información relacionada con la fiscalización ambiental.

El Departamento de Seguimiento e Información Ambiental (DSI) de la SMA ha abordado esta tarea a través del trabajo mancomunado de todas las personas que lo conforman, lo que se traduce en la implementación de sistemas de gestión ambiental internos, sistemas de reporte electrónico para regulados, conexiones en línea de variables de interés ambiental en tiempo real, análisis de imágenes satelitales e información geoespacial, internet de las cosas, analítica y ciencia de datos. Lo anterior, no sólo requiere de perfiles especializados en estas temáticas (informáticos, ciencias ambientales, estadística, matemática, ingeniería), sino además el diseño, implementación y administración de una infraestructura acorde para prestar servicios a toda la institución y a las solicitudes de información demandadas por la ciudadanía.

Este año se presentó un gran desafío para la SMA: la implementación de una red de monitoreo de compuestos orgánicos volátiles (Benceno, Tolueno, Etilbenceno y Xilenos-BTEX), dióxido de azufre (SO2) y ácido sulfhídrico (H2S) en las comunas de Concón, Quintero y Puchuncaví con el objetivo de fortalecer el monitoreo territorial y las acciones fiscalizadoras de la SMA. Para lograrlo, se desplegaron siete equipos BTEX (equipos Pyxis) y una estación móvil para medir SO2 y H2S permitiendo conocer, en tiempo real, las condiciones ambientales en esta zona de gran relevancia nacional. Los desafíos han sido múltiples, pues cada una de las etapas (diseño de la red de monitoreo, el uso de los equipos, y la transmisión de los datos con una frecuencia de unos pocos segundos) ha tenidos dificultades de diferente índole las cuales se han resuelto mediante conocimiento técnico y coordinación entre los diferentes departamentos y oficinas de la institución. En la actualidad, ya con siete meses de puesta en marcha, es posible afirmar que se cuenta con una robusta red de monitoreo.

Gracias a esta iniciativa, la SMA cuenta con alertas a los fiscalizadores en caso de una superación de umbrales, quienes proceden a realizar las medidas disuasivas correspondientes. Además, se generan reportes diarios automatizados que integran todos los datos de calidad del aire de la zona, los cuales están disponibles públicamente para su análisis y revisión por parte de la comunidad . Aún queda mucho por hacer, pero estas acciones fortalecen esta línea de trabajo que mejora la gestión ambiental en la zona y que promueve la reducción de impactos negativos en sus habitantes.