• En lo que va del año, la Superintendencia del Medio Ambiente ha llevado a cabo distintas actividades de fiscalización en el territorio. Respecto a las inspecciones, solo en el periodo GEC -desde el 1 de abril, cuando se intensifican las revisiones a las medidas consideradas en el Plan de Prevención y Descontaminación- se han efectuado 73 entre las tres comunas.
  • Junto con esto, se comenzaron a realizar inspecciones a distintas empresas del parque industrial, con foco en las mejores técnicas disponibles para el tratamiento de aguas residuales.

Una gran cantidad de fiscalizaciones se han realizado en lo que va del 2023 en las comunas de Concón, Quintero y Puchuncaví. Así, por parte de la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA), se han efectuado un total de 91 actividades de fiscalización ambiental a distintos establecimientos que son parte del cordón industrial de la bahía, donde 73 de ellas corresponden a inspecciones del periodo de Gestión de Episodios Críticos (GEC), que comienza el 1 de abril de cada año.

Si se consideran los expedientes de fiscalización -que corresponden a una carpeta investigativa que agrupa una o más actividades de fiscalización de una misma unidad fiscalizable o proyecto-, durante el año 2022, se concretaron 57 de estos, mientras que, a la fecha del 2023, ya van 68, dando cuenta un aumento significativo en esta materia.

Este incremento tiene como objetivo mejorar la presencia y gestión de la SMA en la bahía, considerando que se trata de un territorio que ha sido priorizado por el gobierno y que requiere un rápido actuar.

Junto con esto, en una ronda de reuniones realizadas en la última semana, la Superintendenta Marie Claude Plumer dio a conocer a los alcaldes de Concón, Quintero y Puchuncaví, un conjunto de acciones adicionales que se suman a la estrategia de fiscalización que la institución ya realiza en la zona. Este plan se enfoca en contingencias y viene a complementar el trabajo que se lleva adelante junto a diversos organismos sectoriales.

En esto, la SMA focalizará su accionar atendiendo distintas condiciones de alerta como la superación de normas primarias de calidad del aire en las estaciones de monitoreo o aumento significativo de parámetros no normados; presencia de personas con diagnóstico T59, es decir, relacionado a contaminantes atmosféricos; y alzas en niveles prospectivos medidos con equipos Pyxis.

En función de estos tres parámetros, se definieron 4 niveles de acción donde se consideran actividades como rondas de vigilancia, chequeo de equipos instalados en la zona, revisión de registros de medición, reorientación de actividades de fiscalización hacia las potenciales fuentes emisoras, eventuales medidas provisionales, coordinación con otros servicios públicos, entre otros.

Aguas residuales

Otro aspecto que comenzó a incorporarse en julio de este año, fueron las fiscalizaciones a las mejores técnicas disponibles que establece el artículo 36 del Plan de Prevención y Descontaminación Atmosférica (PPDA) de Concón, Quintero y Puchuncaví.

Esto tiene relación con la obligación que recae sobre las empresas, desde marzo de 2022, de aplicar las mejores técnicas disponibles en sus sistemas de tratamiento de aguas residuales, incluidos los separadores API22 (sistemas de tratamiento de aguas residuales para separar aguas aceitosas), lagunas de ecualización/retención, reactores y emisarios, con el objetivo de impedir la emisión de Compuestos Orgánicos Volátiles (COVs) al exterior. Es decir, los titulares deben implementar mejoras para evitar que hidrocarburos salgan a la superficie.

Hasta el momento, fiscalizadores de la SMA han revisado el cumplimiento de esta obligación en empresas como Copec, Enap, Oxiquim y Enex.

Al respecto, Carolina Silva, jefa de la Oficina Regional SMA de Valparaíso, señaló que “hemos fiscalizado los programas de mantención aprobados por la Seremi del Medio Ambiente de Valparaíso durante el 2021 y la implementación de las mejores técnicas disponibles definitivas, respecto al tratamiento de aguas residuales. Esto nos ha permitido disponer de información más robusta sobre el comportamiento ambiental de las empresas que emiten COVs en la bahía de Concón, Quintero y Puchuncaví”.