Para el jefe de la Oficina de Magallanes y Antártica Chilena, Andy Morrison Bencich, el uso de herramientas tecnológicas y los requerimientos de información han sido claves en este año, donde las denuncias han aumentado un 37% respecto al período anterior. Para el 2021, la fiscalización a la Antártica será un gran desafío, ya que requerirá coordinación con el Instituto Antártico Chileno.
-¿Qué evaluación hace de 2020 para la SMA en su Región?
R.-En general, este ha sido un año complicado para todos y, particularmente, desafiante, por la prolongada cuarentena que ha tenido Punta Arenas. Es justamente en los meses de verano y primavera cuando más podemos salir a fiscalizar en terreno, dado que en invierno muchas actividades se complican por la nieve, escarcha, o incluso los deshielos, lo que nos limita el desplazamiento y acceso a determinadas instalaciones.
Desde el inicio de la pandemia, por tanto, tuvimos que cambiar la forma de realizar nuestras actividades, ir menos a terreno, pero a la vez, hacer muchos requerimientos de información a los titulares de proyectos y analizar documentación en gabinete, apoyándonos además con herramientas tecnológicas, por lo cual ha sido un año inusual.
Igualmente priorizamos hacer ciertas actividades presenciales, principalmente para abordar denuncias, asegurando el cumplimiento de todas las medidas de seguridad establecidas por la autoridad sanitaria.
– ¿Qué áreas son las que más fiscaliza en su zona y por qué?
R: Nuestras fiscalizaciones están ligadas a las actividades productivas principales de la región: una es la acuicultura, que es la que últimamente ha tenido más preocupación de la ciudadanía por las externalidades que genera.
En segundo lugar, el turismo, principalmente concentrado en proyectos emplazados al interior del Parque Nacional Torres del Paine, y en menor proporción, en zonas de áreas protegidas que revisten una alta sensibilidad ambiental.
En tercer lugar, está la minería de hidrocarburos, la que se desarrolla fuertemente en las cercanías de la boca oriental del Estrecho de Magallanes, específicamente al Noreste de la Región y zona norte de Tierra del Fuego. La fiscalización de estos proyectos es particularmente compleja, por cuanto nos afectan fuertemente las condiciones climáticas adversas del invierno para acceder a muchas locaciones mediante caminos que son privados, principalmente debido a la presencia de nieve, escarcha y lodo, con los inherentes riesgos de accidentes en el trayecto. Asimismo, debe tenerse presente que siempre se tiene que efectuar una muy buena planificación de las actividades, realizando las debidas coordinaciones con los dueños de los predios (ganaderos).
También hay que considerar que en invierno tenemos menos horas de luz, con períodos que bordean las 6 horas, aproximadamente entre las 10 de la mañana y hasta las 4 de la tarde, lo cual obviamente complica la logística de las actividades en terreno. Por esta razón, muchas veces hay que hacer las inspecciones en más de una jornada, ya que no logramos abarcar toda una instalación con luz día. Adicionalmente, en invierno debido a la nieve, no resulta factible revisar aspectos tales como la recuperación de la cobertura vegetal en sectores que fueron intervenidos para la construcción de gasoductos o líneas de transporte de hidrocarburos, lo cual es una materia de gran preocupación para organismos como el SAG debido a la fragilidad de los suelos en dichas áreas.
Respecto a los centros de engorda de salmones, éstos generalmente están ubicados en lugares bastante aislados y de difícil acceso, pudiendo una lancha demorar hasta 8 horas o mas en llegar a destino, por lo cual muchas veces se programan los zarpes en la madrugada para aprovechar las horas luz. En ese sentido, quisiera destacar el importante apoyo logístico que siempre nos ha brindado la Armada de Chile, lo cual siempre ha sido muy valorado por la ciudadanía para desarrollar nuestras labores con total independencia de las empresas reguladas.
Denuncias suben 37% en 2020 versus el año previo
-En ese sentido, ¿Cómo ha percibido las denuncias de la ciudadanía en su zona?
R: Este año, por el efecto de la cuarentena, la gente ha estado más en sus casas, y visualiza problemas que antes no veía. Ello se ha traducido en que, a la fecha, hemos tenido un 37% más de denuncias respecto de las recibidas en el mismo período de 2019.
En relación con las materias denunciadas, hemos visto que ellas se han concentrado principalmente en malos olores asociados al funcionamiento de mataderos y plantas pesqueras, así como también denuncias por ruidos generados en instalaciones donde se efectúa movimiento de carga, producto principalmente del tránsito de camiones y maquinaria.
A nivel general, sí evidenciamos que han bajado las denuncias de ruidos de locales nocturnos, ya que no han operado desde marzo, pese a que este tipo de ruidos nunca ha sido tan alto en Magallanes versus otras regiones.
También este año podríamos decir que hemos recibido menos denuncias sectoriales -es decir, remitidas por otros organismos públicos que forman parte de la Red Nacional de Fiscalización Ambiental (RENFA)-, lo cual podría deberse a que hemos estado bastante más restringidos en nuestro actuar por el prolongado tiempo de cuarentena.
“Este año hemos visto que ellas se han concentrado principalmente en malos olores asociados al funcionamiento de mataderos y plantas pesqueras, así como también denuncias por ruidos generados en instalaciones donde se efectúa movimiento de carga, producto principalmente del tránsito de camiones y maquinaria durante dichas labores”.
-¿Ha visto un cambio en el tipo de denuncias que se reciben en la SMA en este tiempo?
R: Hemos tenido un alza sostenida de denuncias desde el año 2015, pero las materias van variando. Los primeros casos fueron mayoritariamente de elusión al SEIA, mientras que en el último tiempo hemos tenido un incremento en las denuncias ciudadanas contra la industria acuícola. De igual modo, Sernapesca también nos envía bastantes denuncias cuando identifica, en el marco de sus competencias, posibles infracciones derivadas del incumplimiento de instrumentos de carácter ambiental.
Como Oficina Regional este año hemos abordado un enfoque distinto cuando hemos tenido denuncias masivas -varios vecinos denunciando a una misma instalación-, considerando una fiscalización más permanente de aquellas instalaciones. En esos casos, paulatinamente nos hemos reunido vía remota con agrupaciones vecinales en horarios que les acomode. La idea es que la gente pueda participar fuera de su jornada laboral, varias a las 19.00 horas, por ejemplo, y ser lo más flexibles posible para que asista la mayoría de las personas. En dichas instancias les hemos explicado cómo canalizar adecuadamente sus denuncias y cuándo corresponden o no a las funciones de la Superintendencia.
El viernes 11 de diciembre, por ejemplo, tuvimos un taller digital con una agrupación vecinal de Puerto Natales para abordar temas de denuncias, para lo cual la tecnología cobra un papel preponderante, permitiendo acercanos a zonas donde las distancias son muy grandes y normalmente nos costaría llegar, aminorando además los riesgos de exposición producto de la contingencia sanitaria.
2020: Debuta la fiscalización y sanción de incumplimientos ambientales en la Antártica
– ¿Cómo avizora el próximo año en su zona?
R: Uno de los temas que tendrá más relevancia será la fiscalización de la industria acuícola, y particularmente el monitoreo de los potenciales efectos que se pudieran generar en las áreas donde operan los centros de engorda de salmones. En este sentido, cobrará especial importancia que durante el año 2021 se efectúe la conexión en línea de todos los centros de engorda de salmones de la región que se encuentren con peces en cultivo, lo que permitirá efectuar un monitoreo remoto y continuo de ciertos parámetros en la columna de agua, tales como el Oxígeno Disuelto, la temperatura y la salinidad.
Adicionalmente, algo que ha sido nuevo este año 2020, es la publicación en el Diario Oficial del Estatuto Chileno Antártico (Ley 21.255) en septiembre de 2020, que entrará en vigor en marzo de 2021. Esto amerita un desafío no menor para la SMA, porque lo que establece la ley es que la fiscalización de los proyectos o actividades que se desarrollan en dicho territorio quedará radicada en los servicios que tienen presencia permanente en la Antártica, pero que ciertas infracciones deberán ser sancionadas por la SMA, por lo cual estableceremos mecanismos para una adecuada coordinación y capacitación de los organismos fiscalizadores definidos por ley, entre los cuales se encuentran el Instituto Antártico Chileno, dependiente del Ministerio de Relaciones Exteriores, y las Fuerzas Armadas.
-¿Y qué se fiscaliza ambientalmente en la Antártica?
R: La fiscalización será respecto del cumplimiento de la planificación y obligaciones que se han establecido para los proyectos o actividades aprobados ambientalmente en dicho territorio, así como también respecto del desarrollo de actividades que no cuenten con las respectivas autorizaciones y evaluaciones ambientales.