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En Santiago se realizó la reunión preparatoria para la conformación de la Red Sudamericana de Fiscalización y Cumplimiento Ambiental.

Santiago, 11 de septiembre de 2013. En las oficinas de la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) se llevó ayer a cabo la reunión preparatoria para la constitución de la Red Sudamericana de Fiscalización y Cumplimiento Ambiental. En la cita estuvo presente el Superintendente, Juan Carlos Monckeberg, junto al jefe de la División de Fiscalización, Kay Bergamini, y profesionales de esa misma unidad.

En la cita participaron también el director asociado de la división de Cumplimiento Ambiental de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de los Estados Unidos, Davis Jones; la directora de supervisión del Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental de Perú (OEFA), Delia Morales Cuti; y el representante ambiental de la embajada de Estados Unidos en Chile, Pablo Valdés.

En la cita, se trataron temas para preparar la reunión que se realizará en Noviembre del 2013 con el fin de constituir la Red Sudamericana de Fiscalización y Cumplimiento Ambiental. Esta red busca mantener un diálogo de cooperación entre las agencias ambientales Sudamericanas, contando con el apoyo de EPA de Estados Unidos.

Entre los objetivos de la creación de la Red se cuenta el fortalecimiento de capacidades profesionales, mediante capacitaciones y desarrollo de habilidades en conceptos, y enfoques clave; compartir buenas prácticas regionales e internacionales, información de estrategias innovadoras y herramientas de cumplimiento y fiscalización, procedimientos; compartir información y enfoques sobre problemas ambientales comunes y problemas emergentes (Intercambio de profesionales especialistas).

Para la SMA es crucial participar en la conformación de la Red Sudamericana de Fiscalización y Cumplimiento Ambiental, pues se entiende que la protección del ambiente a nivel global requiere de un esfuerzo integrado, que es más efectivo cuando se enfrenta conjuntamente. Además, al reunir funcionarios gubernamentales de diferentes países, pero con metas y formaciones comunes, se aumenta la capacidad de cumplimiento regulatorio de los organismos miembros. En el mismo sentido, al compartir información y crear consenso entre pares, los funcionarios gubernamentales tienen mayor capacidad de ejecutar políticas que sobrepasan fronteras, incluyendo por ejemplo la implementación de medidas ambientales transfronterizas.